Aprenda a diferenciar las necesidades de los deseos para que su bolsillo no sufra
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Como es de saber, en el momento justo de tomar la decisión de ordenar por completo las finanzas, muchas personas se preguntan por dónde arrancar, y en este caso aunque puede resultar bastante difícil, la opción más obvia es empezar por reducir al máximo los gastos que hacen que el dinero se desaparezca sin que nosotros en muchas ocasiones nos demos cuenta.
Además, el primer paso y uno de los más importantes es claramente el de aprender a distinguir muy bien justamente entre una necesidad y un deseo, ya que muchas de las cosas por las que pagamos mes tras mes son realmente necesarias para vivir, mientras otras no lo son tanto.
Entre las cosas que pagamos para vivir se encuentran tanto la vivienda, como los alimentos, la ropa, etcétera, y como es de saber dependiendo más que todo de la etapa de la vida en la que nos encontremos irán apareciendo distintas necesidades.
Aquí la clave está en saber definir cuánto estamos realmente dispuestos a pagar justamente para satisfacer de lleno nuestras necesidades, y para esto hay que tener en cuenta el dinero que tenemos disponible y así mismo el beneficio que cada cosa nos generará.
Además, no olvidemos que no todos los gastos que hacemos a diario satisfacen una necesidad, pues no cabe la menor duda de que comúnmente, las personas suelen destinar una suma bastante importante de sus ingresos en el pago de gastos discrecionales, es decir, en el momento de comprar productos que no se necesitan pero que si se quieren adquirir.
En este punto cabe mencionar que todos podemos vivir fácilmente sin tener que comprar el último televisor o el videojuego que está de moda, como sin tener que salir a comer todos los días a un restaurante, pero sí sería bastante difícil sin tener una casa donde vivir o alimentos que comer y como pueden darse cuenta esta resulta ser la diferencia justamente entre un deseo y una necesidad.
No olviden que el segundo paso para poder ordenar y tomar así el control pleno de nuestras finanzas personales es comenzar por reducir al máximo los gastos discrecionales y posteriormente, ajustar solo los gastos necesarios.
Para ello vale realmente la pena que cada uno de nosotros nos preguntemos cuánto dinero gastamos día tras día en café, en los taxis, en el salón de belleza, en dulces, entre otros, lo más seguro es que este tipo de gastos nos quiten como tal una buena tajada de nuestro dinero todos los meses, por ello, debemos evitarlos.
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