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¿Para qué sirve la evaluación financiera de un proyecto?

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¿Para qué sirve la evaluación financiera de un proyecto?

 

En este artículo veremos qué es una evaluación financiera, por qué es importante, cuándo se debe utilizar y cómo se puede hacer una. Si eres como yo, que me gusta la lectura y la constante preparación profesional, este artículo es para ti.

 

El objetivo de una evaluación financiera

 

El objetivo de una evaluación financiera es comparar los beneficios económicos previstos con los costes y los riesgos, Los beneficios de una evaluación financiera incluyen:

 

  • Evaluar la viabilidad de los nuevos proyectos, muchos de los cuales pueden ser descartados o modificados por resultar poco rentables.
  • Proporcionar información que puede ayudar a los gestores a tomar decisiones sobre si seguir o no adelante con un proyecto; y en caso afirmativo, cuándo. Esta información también les permitirá decidir qué cantidad de capital debe destinarse a la financiación de cada proyecto, así como qué tipo de financiación debe utilizarse (por ejemplo, deuda frente a capital).

 

Identificar el punto en el que los beneficios son al menos iguales a los costes

 

El punto de equilibrio es el punto en el que los ingresos totales son iguales al coste total. Si un proyecto obtiene beneficios, será mayor que cero; si pierde dinero, será menor que cero.

Es útil para identificar cuándo su proyecto empieza a obtener beneficios o a incurrir en pérdidas, de modo que pueda detenerlo o continuar con él en consecuencia.

La forma más básica de determinar el punto de equilibrio es calcular el margen de contribución por unidad:

Punto de equilibrio = Costes fijos/Margen de contribución por unidad

 

Saber cuándo el proyecto rinde más que su coste

 

El VAN es la cantidad neta de dinero que recibiría o pagaría en cada año. Si el valor positivo del VAN es superior a cero, entonces le conviene más invertir en ese proyecto que no hacerlo.

Por ejemplo, si tu proyecto tiene un VAN de 5.000 dólares y te ofrecen 5.100 dólares por él ahora mismo sin ningún riesgo a la baja (es decir, no hay ninguna posibilidad de que tu inversión pierda dinero), sería una tontería rechazar esa oferta.

Lo contrario también es cierto: si existe la posibilidad de que el proyecto genere pérdidas o que se equilibre en lugar de hacer dinero (podría «oscilar» hacia la rentabilidad), entonces probablemente no merezca la pena seguir adelante, a menos que otros factores compensen este riesgo a la baja.

Es importante recordar que los proyectos también pueden dejar de ser rentables, lo que ocurre cuando los costes iniciales son elevados y el rendimiento es bajo a lo largo del tiempo, por lo que hay que tener en cuenta ambas situaciones antes de decidir si se sigue adelante con algo nuevo.

 

Saber cuándo el proyecto puede amortizar sus propios costes durante la duración de su vida

 

La amortización de los costes de un proyecto permite determinar cuánto costará anualmente o a lo largo de su vida útil. La amortización es una forma de medir el coste de un proyecto, y la depreciación es el proceso por el que se reparte ese coste a lo largo del tiempo.

A medida que el proyecto envejece, habrá más amortización cada año. Por ejemplo, si su empresa compra un equipo nuevo por 100.000 dólares y lo amortiza a lo largo de diez años a razón de 10.000 dólares al año en costes de amortización (suponiendo que sea en línea recta), cada año habrá 10.000 dólares en costes de amortización asociados a ese gasto de equipo.

Por el contrario, si tu empresa compra equipos nuevos por 100 millones de dólares (sí… así es), lo más probable es que se deprecien a un ritmo mucho más rápido que en nuestro ejemplo anterior, de modo que su gasto anual de depreciación aumente en consecuencia (probablemente hasta un 20%).

 

Para saber si hay que seguir adelante con el proyecto o no

 

La evaluación financiera de un proyecto se hace para saber si hay que seguir adelante con él o no. Si los beneficios son mayores que los costes, entonces hay que seguir adelante. Si los beneficios son menores que los costes, entonces no hay que seguir adelante con ese proyecto.

Del mismo modo, si un proyecto no es viable y no tiene ningún mérito, no hay que seguir con él.

 

El objetivo de una evaluación financiera es comparar el coste con los beneficios

 

Ya hemos terminado de explicar la finalidad de una evaluación financiera. Se trata de una herramienta que puede ayudarle a decidir si su proyecto merece o no la pena. Una evaluación financiera consiste en comparar los costes con los beneficios.

El objetivo es ver si su proyecto va a ganar dinero o no. Si lo hace, entonces vale la pena; si no, tal vez debería intentar otra cosa.

En conclusión, es muy importante hacer un análisis financiero de su proyecto. Esto te ayudará a decidir si el proyecto debe iniciarse o no, y cuánto dinero debe invertirse en él.

Hay varias formas diferentes de realizar este análisis, pero nuestra recomendación sería utilizar un modelo de flujo de caja descontado porque tiene en cuenta todos los aspectos de su negocio, así como factores externos como las tasas de inflación y los tipos de cambio que pueden afectar a la rentabilidad a lo largo del tiempo.

 

Uriel N Peñaloza

Licenciado en Ciencias Políticas, SEO e Inversionista.

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