¿Qué es el análisis de comportamiento (psicología de comerciantes)?
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¿Qué es el análisis de comportamiento (psicología de comerciantes)?
Todavía una disciplina joven, el análisis del comportamiento describe el impacto muy real de los factores psicológicos en la toma de decisiones de los inversores. Exceso de confianza, aversión a la pérdida, comportamiento mimético, etc., en los mercados financieros, los Traders están sujetos a todo tipo de sesgos psicológicos que desdibujan sus análisis y conducen a decisiones, en ocasiones, cuando menos sorprendentes.
¿Quiere fortalecer su mente para optimizar su práctica comercial? Descubra toda la información que necesita saber sobre el análisis del comportamiento, para poder reconocer y evitar en la medida de lo posible los sesgos psicológicos más comunes.
¿Qué es el análisis del comportamiento?
Por definición, el análisis del comportamiento es una subrama de la economía que estudia cómo la psicología de los inversores influye en su toma de decisiones en los mercados financieros.
También llamada «finanzas conductuales», «psicología financiera» o incluso «neurofinanzas», esta disciplina se ha desarrollado a raíz de la observación de que los Traders (y los actores del mercado de valores en general) no se guían por su propia racionalidad al tomar una posición en el mercado.
Ya sea a nivel del individuo o del mercado en su conjunto, el análisis del comportamiento describe varios mecanismos irracionales (sesgos cognitivos, comportamientos miméticos, etc.) vinculados a la psicología social para explicar la evolución, a veces asombrosa, de los precios o rendimientos en los mercados financieros.
De hecho, aunque ahora muchas posiciones de mercado están ocupadas por robots de comercio con capacidades arrolladoras y desprovistos de toda emoción, la mayoría de las decisiones de inversión descansan sobre hombros muy humanos, con todos los sesgos que ello implica.
Los orígenes del análisis del comportamiento
El análisis del comportamiento se opone a las teorías clásicas sobre la evolución de los mercados financieros, en particular a la famosa teoría de los mercados eficientes.
Descrito por el economista estadounidense Eugenio Fama en 1970 (aunque remonta esta teoría al matemático francés Louis Bachelier, a principios del siglo XX), esta teoría asume que, en un mercado, los precios reflejan total y permanentemente la información disponible.
Por tanto, esta teoría clásica implica que, en un mercado eficiente, el precio de los valores financieros se corresponde constantemente con su valor intrínseco. Al estar toda la información disponible contenida en los precios, los inversores siempre pueden tomar decisiones puramente racionales.
Según la teoría de Eugenio Fama, la racionalidad de los agentes económicos sería por tanto perfecta. Aceptada durante mucho tiempo, esta teoría no logra explicar muchas anomalías que se observan regularmente en el mercado de valores.
Ya se trate de irregularidades sorprendentes pero muy reales (los rendimientos de las acciones están por debajo del promedio los lunes, mientras que están por encima del promedio a principios y finales de mes), o más crisis sistémicas (burbujas especulativas en particular formadas como resultado de lo que parece ser «comportamiento de rebaño”), la llamada pura racionalidad de los inversores no puede haber desencadenado estas anomalías.
Por eso, a lo largo de los años, los financieros y académicos han estudiado más de cerca estas irregularidades, dando como resultado una disciplina que estudia la psicología de los inversores.
Ejemplos de anomalías del mercado explicadas por las finanzas conductuales
Hoy en día, muchas crisis financieras a gran escala se explican en parte por la psicología de los agentes económicos.
Entre estas crisis históricas, podemos citar en particular:
- La «crisis de los tulipanes» o «tulipomanía»(la locura desproporcionada y repentina por los tulipanes en los Países Bajos en la primera mitad del siglo XVII provocó un aumento fenomenal y luego una caída vertiginosa en los precios del bulbo de tulipán);
- La crisis bursátil de 1929 en Wall Street (provocado por el estallido de una burbuja especulativa formada tras el entusiasmo de los inversores por comprar acciones a crédito con muy poca cobertura);
- La burbuja de Internet de finales de los 90 (formada por la desmedida euforia de los inversores ante la llegada al mercado de jóvenes empresas especializadas en informática y telecomunicaciones, como Amazon o eBay).
¿Cuál es el propósito del análisis del comportamiento?
El principal objetivo de la psicología financiera es analizar y comprender los mecanismos que subyacen a la toma de decisiones menos racional de los inversores en los mercados financieros. Al hacerlo, el propósito de esta disciplina también es brindar claves y herramientas que permitan a los Traders anticiparse a estos comportamientos irracionales, comprender mejor la evolución de los precios y optimizar su práctica de Trading.
Es así como numerosos estudios han investigado el impacto de los sesgos cognitivos y las emociones en la evolución de los precios, siendo los pioneros:
- El estudio de Kahneman y Tversky (1979). Los dos psicólogos y economistas israelí-estadounidenses desarrollan la famosa teoría posible, según la cual los inversores tienen una mayor aversión a las pérdidas que atracción por las ganancias.
- El estudio de Thaler y Bondt (1958). Los dos investigadores en psicología financiera refutan claramente la teoría de la eficiencia del mercado, al demostrar la irracionalidad del comportamiento de los inversores debido a un análisis defectuoso de la información disponible (o incluso a la falta de información disponible) y al impacto de las emociones. En particular, concluyen que el precio de mercado de un valor rara vez refleja su valor intrínseco.
A la luz de los diversos trabajos realizados en el marco del análisis conductual, emergen una serie de sesgos cognitivos. Estos comportamientos, generalmente inconscientes, encuentran su origen en una desviación del pensamiento racional frente a la realidad fáctica.
El sesgo del exceso de confianza
Un sesgo cognitivo bien establecido en la psicología social, el efecto de exceso de confianza está presente cuando la confianza subjetiva de un inversor está muy por encima del alcance objetivo de sus capacidades individuales (juicios, análisis de mercado, estimaciones…). Este es un sesgo particularmente exacerbado en el caso de ganancias de capital recientes.
El sesgo de representatividad
También llamado “error de conjunción”, este sesgo consiste, para un inversor, en atribuir una mayor probabilidad de ocurrencia a un evento que ya ha ocurrido antes. De hecho, el Trader se basa en información sesgada, ya que considera los eventos específicos como generalidades.
El sesgo de anclaje
El anclaje es un sesgo de juicio que empuja a un inversor a centrarse en un dato en particular (el ancla) para tomar una decisión, sin tener en cuenta todos los datos disponibles. Un Trader víctima de este sesgo solo se centrará, por ejemplo, en un determinado nivel de precios (el precio de entrada, el precio objetivo, etc.) para tomar una posición.
El sesgo de la contabilidad mental
La contabilidad mental es un sesgo particularmente presente en el comercio. Consiste, para el inversor, en otorgar un valor muy personal a los distintos productos financieros que llenan su cartera de inversión, o incluso a las distintas cuentas de Trading que utiliza, y para ello, según criterios puramente subjetivos (resultados pasados, fuentes de financiación).
Irracionalidad del inversor: enfoque micro
El enfoque microscópico del análisis de la conducta estudia el impacto de la psicología a nivel del individuo mismo. Lejos de ser un agente económico puramente racional que se basa únicamente en información exhaustiva y objetiva para tomar sus decisiones de inversión, el comerciante está de hecho impulsado por varios sesgos de comportamiento que lo llevan a desviarse de la lógica pura.
Teoría prospectiva, y en particular aversión a la pérdida, es uno de los sesgos más poderosos a nivel individual. De hecho, está anclado inconscientemente en la mayoría de los inversores que las pérdidas son mucho más negativas que las ganancias positivas. Esta suposición implica comportamientos irracionales bien conocidos.
Por ejemplo, muchos operadores se inclinan a dejar que las posiciones perdedoras duren demasiado tiempo (asumiendo que el mercado inevitablemente cambiará, demostrando así que tienen razón) y a recortar las posiciones ganadoras demasiado rápido.
Este efecto de diseño enmascara el comportamiento que tendría más sentido, dado que el mercado está en tendencia: eliminar las posiciones perdedoras para minimizar las pérdidas y dejar que las posiciones ganadoras corran para maximizar las ganancias.
Es probable que otros factores, fuera de los mercados financieros, influyan en los inversores de forma completamente irracional, en particular:
- los fines de semana, se ha demostrado que los inversores compran más a medida que se acerca el fin de semana, el buen humor asociado influye en sus decisiones (mientras que, por el contrario, los lunes implican sesiones de negociación generalmente bajistas);
- el tiempo, también se ha demostrado que las situaciones climáticas extremas (días muy soleados o muy tormentosos) influyen directamente en el estado de los mercados financieros (las primeras desencadenan el optimismo de los Traders y por tanto un aumento de las compras, las segundas generan su pesimismo y por tanto una disminución en las compras);
- vida social, los inversores con una vida social rica son generalmente mucho más optimistas en sus decisiones de inversión (baja aversión al riesgo) que aquellos con contactos sociales restringidos (muy a menudo más ansiosos).
Irracionalidad del mercado: enfoque macro
El enfoque macroscópico del análisis del comportamiento estudia el impacto de la psicología a escala de todo el mercado. Al estar formado por una multitud de inversores sujetos ellos mismos, a escala individual, a factores psicológicos, es consistente señalar que ciertos movimientos importantes de precios desafían totalmente la lógica.
El comportamiento psicosocial de masas más observado en el mercado de valores es el de la mímica. De hecho, es fácil ver cierto instinto de manada entre los inversores: una tendencia a seguir o incluso imitar las acciones realizadas por un gran grupo de comerciantes, ya sea racional o no.
Este comportamiento tiene su origen en un conocido sesgo que no sólo concierne al mundo de las finanzas: si un gran número de personas realizan una determinada acción, entonces esta acción necesariamente debe ser buena; la masa debe tener razón sobre el individuo.
Esto explica claramente los verdaderos movimientos multitudinarios experimentados por los mercados financieros tras los principales anuncios económicos. La reacción exagerada de un grupo de Traders empuja a todos los demás en la misma dirección, contra todo análisis lógico.
¿Cómo utilizar el análisis de comportamiento en el comercio?
Habrá entendido: nadie es inmune a los sesgos psicológicos y nadie puede aislarse por completo de sus emociones para convertirse en una pura máquina racional. ¿Qué hacer entonces?
Datos fácticos como puntos de referencia
Ser consciente de la influencia de la psicología y las emociones en su práctica comercial ya es un primer paso para salir de la matriz. Tener un buen conocimiento de los factores emocionales más impactantes y los sesgos más extendidos en el mercado le permite reconocerlos y dar un paso atrás cuando usted mismo es una víctima.
Si cree que está actuando por emoción, siempre vuelva a los datos fácticos, al análisis técnico y fundamental, y concéntrese en la información objetiva que tiene. Nunca actúe con prisa. Por supuesto, si ve un movimiento de grupo en los mercados, trátelo como cualquier otra información: no lo siga por principio, pero tampoco adopte necesariamente una posición de oposición.
La importancia de la formación
Para limitar al máximo la influencia de las emociones en su práctica de inversión en bolsa, la formación es sin duda su mejor aliada. Si tiene un conocimiento básico sólido y una estrategia personalizada y eficiente de negociación y gestión de riesgos (gestión del dinero), podrá operar con serenidad al apegarse sistemáticamente a su plan.
El estudio de la influencia de los factores psicológicos en las decisiones menos racionales de los comerciantes, el análisis del comportamiento ha refutado en gran medida la teoría de la eficiencia del mercado. Sus contribuciones brindan a los inversores claves de comprensión que salvan vidas para identificar y evitar la influencia de los sesgos cognitivos tanto como sea posible.
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